Yo, parisina.

Por supuesto que no me levanté temprano para ir a Versalles, me levantó Cristina para que fuéramos a comer McDonals, si cadena gringa de hamburguesas. Miles de mensajes de Juan indicando los horarios en los que puedo salir sin que este el staff.

En el metro me vieron joven y cuando pedí el boleto me cobraron como estudiante. ÉXITO. Pedí una big mac, salimos a caminar las calles de París. Cristina estudia en la Sorbona, decidimos pasear por el Sena, y después ir a conocer los lindos alrededores de la universidad, ver donde vivió Hemingway, nos sentamos en el panteón, vi por fuera la biblioteca y la universidad, ya que por no ser estudiante no puedo entrar.

Nos sentamos en un bar, pedimos un tequila sunrise. El hombre más guapo de la vida de Cristina se apareció, si era guapo, tenía más personalidad que guapura, él muy bien. Todo el día paso en cámara lenta, platicando y caminando.

Fue un día no tan turístico, viví como una parisina por un día. Estuvo cool.

 

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