Colada.

Despierto, voy a recepción, sorpresa…no hay lugar en el hostal. Me siento a desayunar con Jos y James, a los 3 min llegan Vicky y Lu, seguidas de Daniel, el tema del desayuno fue el recuento de los daños, todo bien.

Por más que busque hospedaje no encontré, porque latinoamericanas decidimos que me la mejor opción es colarme en el cuarto de Vicky y Lu. Yolo. Acabamos de desayunar, fui a dejar las cosas al cuarto, cero pena.

Cuando regresamos ya no había nadie en el área de desayuno, por lo que pensamos que el plan playa había sido cancelado. Decidimos ir al free walking tour que salía a la 1:30, nos encaminamos a la plaza principal. Había como un concierto de música clásica, nos sentamos a escuchar y esperar que el tiempo pasara. De pronto a Lu le llega un mensaje de James preguntando donde estamos, llegaron al poco tiempo los tres, el plan playa se reactivo pero solo iríamos las tres con Daniel. Super bueno él ya había ido a comprar comida y bebidas para llevar. Cuando llegamos al carro ¡oh! sorpresa lo habían multado por estacionarse donde no debía. Equis, nos despedimos de Jos y James y juntas al camino vamos.

Por un momento las tres pensamos, ¿qué demonios hacemos en el carro de un Alemán al que acabamos de conocer?, nos esta llevando amablemente a quien sabe donde. Mientras tanto platica de carretera casual. Hora y media después estábamos buscando donde estacionarnos para bajar a la playa.

Ser mexicana es hermoso y a la vez una cruz. La playa…. gris. Metros y metros de arena y al final el agua de un color cafe/azul oscuro, estábamos como a 20 grados lo que es demasiado frío para que yo quiera meterme al agua, viento activo, el agua dicen esta a 5 grados, cero ganas de entrar al gran azul.  Decidimos tirarnos al sol. Horas de diversión intentando poner la sombrilla dela abuela. Las tres sacamos nuestro libro en turno, creo que fue de mis momentos favoritos del viaje, sonido de mar, sol, lectura acompañada, de ratos platicábamos, comíamos tomatitos, quesito, así estuvimos hablando en español mientras Daniel iba a meterse al mar.

De regreso a Brujas moríamos de hambre, fuimos a comprar tomate, queso, pan, jamón, vino, al parecer de eso viviré en este continente europeo. Nos sentamos en la orilla del río a comer, después fuimos a tirarnos a un área verde junto a una iglesia, dormimos, platicamos, tomamos mate. Salieron unos humanitos a cantar. Aplausitos a ellos, fuimos semi de compras a ver que se nos pegaba de las tiendas. En mi caso nada. Caminamos un rato, nos volvió a dar hambre, compramos un kebab y papas para compartir. De nuevo en indigentes comimos sentadas viendo el río.  Hora de dormir. Mañana vamos de regreso a Bruselas para tomar el camión a Amsterdam.

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