Nicaragua

Día 1: Managua

Bajo del avión y todo es caos.

Tienen 3 doctores revisando la forma que llenas diciendo que no tienes fiebre ni diarrea, luego pasas migración donde pagas 10 dolaritos para entrar al país, para recoger el equipaje hay como 40 sujetos que quieren ayudarte con tu maleta.

Le preguntó a mi compañerito de avión, quien es nicaragüense, si me cambio dinero en el aeropuerto o afuera, me dijo que más seguro en el aeropuerto, voy y lo cambio. Como siempre más caro que en la ciudad, pero más seguro. Cuando intento salir del área de reclamo de equipaje un mar de personas ofreciéndome taxi se abalanza sobre mi, ¿¡QUESTAPASANDO!?. Una literal me apaña y me lleva a negociar el precio, queda en 15dlls. Ella y el taxista dicen que esta 1 dll = 28 córdobas, a mi me dieron 21 por dll fuck, ya que, la vida del turista desinformado.

Ellos muy simpáticos me dicen que la diferencia entre él y un taxi de la calle es que el me va a llevar a mi sola, mientras que en la calle van subiendo más gente, y lo primero que hace es subir a una de sus compañeras. No entiendo. Equis, solo quiero llegar a mi destino.

Arribo al hostal y el host habla demasiado, yo hablo demasiado. Por fin me asigna el cuarto. Me cambio y pongo el traje de baño dispuesta a meterme a la alberca, se ve turbia y sospechosa, mejor saco mi lap y me pongo a escribir, así el día 1 en Nicaragua.

Día 2: Aún Managua.

Despierto, me baño y me alisto para vivir. Primero quiero ir al supermercado a comprar víveres. Oh desilusión Ciudad de Managua, de cada 10 hombres en la calle 7 te chiflan, te dan los buenos días y te barren de arriba abajo. Quiero llorar. Continuo caminando, entro al super, hago compritas pasta, mozzarella, jitomate, agua. No, no me he cansado de la comida italiana. Salgo y el calor es infernal.

Obviamente di por cancelado salir a caminar la ciudad, no va a pasar si todo mundo te chifla.

Saco mi computadora para escribir, mientras el agua hierve, alegría comer y escribir. De pronto empiezo a estar de mal humor conmigo misma, es el calor… hora de la alberca. Allí hay un amable canadiense, un australiano, una irlandesa que se vuelven mis amiguitos de la tarde, me invitan a su BBQ, queeee deliciooosoooo asa la carne este sujeto de Australia, que baaarbaaarooo.

Mi hermano me pone en contacto con un amigo, quien me pone en contacto con Giselle. Amo a Giselle, viene por mi para llevarme a conocer Managua. Ella es del Salvador pero vive acá desde hace 2 meses por el trabajo de su marido. Me lleva a la atracción turística numero uno de Managua, el malecón. Mientras venimos en el carro me dice que de verdad es lo ÚNICO que hay para ver en Managua, y le creo, intente buscar algo en google y fueron nulas las recomendaciones.

El malecón esta lindo, nada espectacular, todo es rosa por que es el color favorito de la primera dama. Las mujeres siempre detrás de los hombres con poder. Tomamos un smoothie con tapiocas, nos sentamos a platicar. A pesar de ese ser el lugar de la vida nocturna Giselle me pidió que nos fuéramos para que nos se nos hiciera de noche allí. Paseamos la avenida con los arboles de colores y luces, al parecer también idea de la primera dama. Mi gran impacto fue ver la cara de Chávez por todos lados, en los lugares públicos hondea la bandera de Nicaragua, junto con la de Venezuela y el partido Sandinista.

 

Al parecer Chávez mandaba dinero para Nicaragua, por lo cual están eternamente agradecidos.

Junto a los arboles luminosos, los colores del partido rojo y negro, de la bandera azul y blanco.

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Fuimos a cenar comida típica nicaragüense. Algo llamado trenza. Es como una arepa abierta, con algo parecido a queso Oaxaca entrelazado en forma de válgame la redundancia trenza, crema y cebolla con limón. No es delicioso, tampoco sabe feo. Al agua de jamaica le dicen té de jamaica.

Acabamos de cenar y muy amablemente me trajo de vuelta al hostal, donde leí un poco, salí a convivir y luego a dormir.

 

 

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