París Saint Germain

Buenos días París. Como es domingo Juan puede acompañarme a pasear. Pobrino, hasta eso la criatura es buena y creo lo hace con gusto, a parte quien si no soy yo le va a explicar París, mi misión (dada por mi hermano) es cultivarlo, intentar hacer que un economista se interese por el arte y la historia de esta ciudad.

Primera parada Sainte Chapelle, quien me conoce sabe que es mi sueño en la vida entrar. AMO EL GÓTICO FRANCÉS, a cada humano que pisa París lo mando. Llego mi momento. Después de perdernos un rato por las calles, la veo a lo lejos, a ella y las torres de Notre Dame de Paris. Ya quiero llorar.

Nos acercamos a la taquilla, al parecer me veo joven y bella, me preguntaron que estudió, conteste que arquitectura, para los estudiantes de arquitectura es gratis. Mi primer WIN. Lo malo de ser arquitecto es que uno idealiza las cosas, la capilla si es mágica, pero es mucho más pequeña de lo que imaginaba, es hermosa.

Creo que hasta abrace la fachada mientras Juan se reía. Alegría al mil, pasamos a La Conciergerie, lugar donde estuvo encerrada mi reina favorita de francia, María Antonieta, mentira la Catalina de Medici también tiene un puesto en mi corazón. Vi la firma de Robespierre bebé, no sé por que me emocionan los malos de la historia. Bueno.

Seguimos el camino a Notre Dame de París, todo lo hicieron bien los franceses, todo. En la mañana yo había visto que había partido del PSG, por lo que nos dirigimos hacia el estadio para comprar los boletos. Declaro este uno de los días más felices de mi vida.

Como faltaban 2 horas para que comenzara el partido, fuimos a comprar vino, quesito, cerveza, carnes frías, panecito recién horneado y nos dirigimos a un bonito lago a ver el tiempo pasar. Al llegar a la banca oh cual fue mi sorpresa, no traíamos nada para abrir mi vinito, después de varios intentos fallidos de mi parte y viendo que Juan no me ayudaba, un buen hombre francés me pidió la botella y como por arte de magia la abrió con una llave. Gracias buen y desconocido hombre, obvio se había cobrado de antemano con el buen momento que le hice pasar viendo mis fracasos como abridora improvisada de botellas.

Momento de la felicidad absoluta, entrar al estadio. No sé por que tienen prohibido pasar las botellas de un litro de agua, solo pasan las de 25o ml, el policía genio, vio que nuestra botellita tenía la mitad y nos la relleno con una confiscada. La gente es buena.

Tomamos nuestros lugares, la porra lo más, el partido dos dos. El cabello de David Luiz por el campo lo máximo.